Sharinghistorias / El asiento mojado

image

de Alessia Terrile traducido por Rossella Carta

– ¿Cómo puede un acto de solidariedad modificar el día de alguien?
Un chico en autobús se sienta detrás de mí. Me doy cuenta de que el asiento que ha elegido es lo que yo había evitado antes, porqué estaba mojado por la lluvia. Pondero dentro de mí si tengo que girarme y decirselo o no. Decido hacerlo.
Con una mirada reconociente, el chico me dice gracias y cambia asiento. Pues, gracias a mí ese chico hoy no llegará a casa con los pantalones mojados. Es una estupidez, una cosa pequeña. Haber evitado que se mojara no le habrá cambiado ciertamente la vida, ni el hecho que se lo dije cambiará la mía. Hoy pero cuando ese chico y yo regresamos a casa seremos los dos un poco más felices: él por haber evitado una fea experiencia una vez que se haya bajado del autobús, y yo por la certidumbre que he donado un segundo de felicidad a otra persona.
Un hecho banal, el mío, que pero me ha hecho reflexionar sobre la importancia de las cosas pequeñas, las que parecen insignificantes a la aparencia, pero con un poder inmenso.
Será que yo desde siempre deseo dejar un recuerdo de mí al mundo, que esté buscando una manera para utilizar mi vida lo mejor posible, dejando una huella positiva al prójimo, y no menospreciar cada momento único. Yo que quería hacer las cosas en grande, imprimiendo mi nombre en la historia como todas las personas que se leen en los libros.
Muchas veces pero vence la tristeza. Qué sea tal vez esto el punto de comienzo? Una acción insignificante, seguida de otra, y otra más, no puede tal vez llegar a ser algo más?
Un pequeño paso hacia aquel sueño que parece tan lejos, un paso para alejarse de este presente lleno de lluvia. Un paso hacia un futuro que esperamos ser más y más “seco”…o sea mejor.

Leave a comment

Il tuo indirizzo email non sarà pubblicato. I campi obbligatori sono contrassegnati *