de Rossella Carta

– “Quien no lee, a los setenta años habrá vivido una sóla vida: ¡la propia!
Quien lee habrà vivido cincomil años: estaba allí cuando Caín mató a Abel, cuando Renzo se casó con Lucia, cuando Leopardi admiraba el infinito… Porque la lectura es una inmortalidad hacia atrás.”

Cada palabra de esta reflección tiene un gran valor. Umberto Eco nos ha dejado en esta tierra, pero sus palabras muestran que una manera para eternalizar existe… el mismo metodo antiguo de siglos: escribir.
Los terminos imprimidos en la hoja son incancelables y logran hacer vivir para siempre quien las crea.
Por eso hay una fuente infinita de sabiduria, que se puede descubrir, de hecho, gracias a la lectura.
No olvidemos que la única cosa que nadie puede robarnos es lo que hemos aprendido, nuestra experiencia, nuestros recuerdos, también culturales, el saber en general, los libros favoritos y los cuadros.
La lectura permite de percorrer diferentes binarios en un mismo tiempo, y de vivir muchísimas vidas, para utilizar las palabras de Eco, haciendonos particípes de las narraciones. Además recordemos que un buen libro se puede leer también a luz de candela, cuando no hay corriente…
Leer nos enseña a escribir refleccionar vivir. Así, podemos acceder a la visión de cada autor, se aprende algo de todos, y nos damos cuenta de un boom en las bibliotecas y librerias, más y más concurridas por jovenes.
La cultura es invencible y seguirá viviendo si existe siempre alguien deseoso de saciar su sed de conocimiento. La lectura…es una inmortalidad hacia atrás.”